COMUNICADO 1º MAYO 2015 JOC y HOAC
MIRAR EL PASADO, LUCHAR EL PRESENTE,
CONSTRUIR EL FUTURO
Celebramos un año más el 1 de mayo,
día festivo y reivindicativo para el movimiento obrero en todo el mundo, y día
también de celebración en nuestra Iglesia, fiesta de San José Obrero,
trabajador que nos mostró la dignidad de ser un obrero, herencia que compartió
con el propio Jesús.
Para la JOC Y la HOAC, movimientos de
militantes obreros cristianos, este día es especial por doble motivo. Como
trabajadores, porque lo celebramos codo con codo con nuestros hermanos para que
se realice de una vez la dignidad que no vemos reconocida, y como cristianos,
porque en Jesús obrero tenemos el mejor fundamento de poder conseguir la utopía
que anhelamos: una sociedad de hermanos donde todos y todas podamos tener un
trabajo digno que nos permita nuestro sostenimiento y el de nuestras familias,
nuestra realización personal y nuestra contribución a esa sociedad mejor (CV,
63).
Celebramos este 1º de mayo MIRANDO AL
PASADO. Esta fiesta nació a finales del siglo XIX, en París. Se concibió como
jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a aquellas y aquellos que
murieron por reivindicar los tres 8 -8 horas de trabajo, 8 de descanso y 8 para
la relación social- y marcó un punto de inflexión en el movimiento obrero
mundial, de manera que el 1 de mayo quedó consagrado como día para manifestar
la inalienable dignidad del trabajador frente al capital. Hoy nos seguimos
preguntando ¿cuántas movilizaciones seguirán siendo necesarias para que se
acaben aceptando las más justas reivindicaciones del mundo del trabajo?
¿Cuántas más para que recobremos la conciencia de la dignidad de las personas
como lo más sagrado?
La Iglesia hemos ido acompañando a lo
largo de la historia los procesos de cambio, intentando iluminar desde la fe
los acontecimientos y la realidad social cambiante. Quizá muchas veces con
nuestras sombras, en forma de tibieza, de confusión o de diagnósticos
equivocados. A la vez también, con indiscutibles llamadas y manifestaciones en
defensa de la dignidad de las personas: “Cuando la vida social –también el
trabajo- pone en el centro al dinero, y no a la persona, negamos la primacía
del ser humano sobre las cosas, negamos la primacía de Dios” (Evangelii Gaudium
55).
Hoy nos encontramos con graves
situaciones de desempleo, desigualdad, pobreza y precariedad, en todo el mundo.
Son signo y consecuencia de una forma de hacer y funcionar en la que la lógica
prevalente es la del dinero, no la de procurar garantizar el bien-ser o
bien-vivir de todas las personas.
El último informe Foessa indica cómo
la crisis está causando un riesgo de falta de cohesión social en España que se
ha fundamentado en estos últimos años en el incremento de la desigualdad, el
aumento del desempleo, el descenso de los sistemas de protección social, el
desgaste de los mecanismos de protección familiar, las desigualdades
territoriales y las dificultades recaudatorias, debidas a la economía sumergida
y el fraude fiscal.
Cuando observamos esta realidad, no
podemos olvidar, como dice el Papa Francisco, que “el desempleo es consecuencia
de un sistema globalizado en el cual el dinero es el ídolo y el único que manda”,
o que “se descarta a los jóvenes y a los ancianos”.
No vivimos tiempos de recuperación
laboral y social en nuestro país cuando:
● hay más de 12
millones de pobres, mientras que la riqueza de los más ricos sigue aumentando.
● persisten tasas
desempleo superiores al 23%, y la precariedad laboral es cada vez mayor.
● el 90% de los
empleos creados en los últimos años son temporales, y muchos a tiempo parcial
● los trabajadores
pobres superan ya el 12% del conjunto de los trabajadores.
● En 1.700.000
familias, ninguno de su miembros tiene empleo y más de 700.000 no tienen ningún
ingreso.
● más de la mitad de
los desempleados (55,71%) ya no cobra ningún tipo de prestación.
● los desahucios
siguen siendo una lacra para tantas familias arruinadas. Según el INE, fueron
184 desahucios al día en 2013, y se incrementaron un 7,8% en 2014.
● la mitad de los y
las jóvenes están en desempleo, muchos abocados a la emigración forzosa,
ocupando puestos de cualificación inferior a su nivel de estudios...
● las personas
inmigrantes engrosan la bolsa de la economía sumergida y tienen los peores
salarios.
● la brecha salarial
entre ambos sexos sigue aumentando, (...)
Esta situación, estos datos, son
fuente de indignación y de dolor. También son una llamada a nuestra conciencia.
No se puede construir un mundo que camine hacia la igualdad y la justicia desde
las premisas sobre las que funciona nuestra economía nacional e internacional,
nuestras relaciones laborales, nuestro funcionamiento social. No hay remedio si
no empezamos a poner a las personas y a las familias, especialmente a las más
empobrecidas y castigadas, en el centro. Por eso queremos LUCHAR EL PRESENTE,
tratando de ser alza-voz del sufrimiento y las esperanzas de tantas personas
trabajadoras y sus familias “He oído el clamor de mi pueblo” (Ex 6,5)
En el mundo obrero y del trabajo
necesitamos que se promuevan políticas:
- que recuperen el sentido humano del
trabajo
- que promuevan trabajo digno
- que pongan sus objetivos en
erradicar la pobreza y la desigualdad,
- que fomenten una verdadera
participación ciudadana
- que defiendan los derechos sociales
como un deber de justicia
- que defiendan la vida en todas sus
etapas
Ante esta situación recordamos las
recientes palabras del Papa Francisco: "No es suficiente con que los
pobres recojan migajas que caen de la mesa de los ricos, hay bienes básicos
como la tierra, el trabajo y la casa, además de servicios públicos como salud,
educación, seguridad o medio ambiente, de los que ningún ser humano debería
quedar excluido (...). Mientras no se logre una distribución equitativa de la
riqueza, no se lograrán resolver los males de la humanidad". (Acto
inaugural de la VII Cumbre de las Américas).
Y ANUNCIAMOS como seguidores de Jesús
de Nazaret en su Iglesia y como testigos de la resurrección, la ESPERANZA como
programa de acción. Esperanza que nos ayude a cambiar la manera de sentir,
pensar y actuar, superando los viejos planteamientos capitalistas del beneficio
como único motor posible de la historia, para ir alumbrando y construyendo EL
FUTURO, como ya ocurre en muchas partes, alternativas que vayan generando una
nueva realidad desde la dignidad y la fraternidad donde la persona sea lo
primero.
Feliz 1º de
mayo, festividad de San José Obrero.
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