Judes Moreno
Jesuïta
El papa, en el corazón de la corrupción y extorsión de
Italia ha gritado: “No os dejéis robar la esperanza” esto lo dirigía a todos
los que sufren el miedo y la opresión de las mafias. Y añadió dirigiéndose a
los mafiosos: “Convertiros al amor y a la justicia”.
Días antes en sus audiencias nos había dicho: “Una generación sin trabajo es una derrota futura para la patria y para la humanidad”. “No traer el pan a casa, esto quita la dignidad, esto quita la dignidad”. “Una economía especulativa los hace siempre más pobres privándoles de lo esencial como la casa y el trabajo, es inaceptable”.
Rememorando a los políticos en sus discursos y declaraciones, o algún que otro anuncio televisivo puedo manifestar: “¡se puede decir más alto, pero no más claro!”. Pero las palabras del Papa pueden caer en el vacío si los que las escuchamos no nos implicamos en su mensaje.
Días antes en sus audiencias nos había dicho: “Una generación sin trabajo es una derrota futura para la patria y para la humanidad”. “No traer el pan a casa, esto quita la dignidad, esto quita la dignidad”. “Una economía especulativa los hace siempre más pobres privándoles de lo esencial como la casa y el trabajo, es inaceptable”.
Rememorando a los políticos en sus discursos y declaraciones, o algún que otro anuncio televisivo puedo manifestar: “¡se puede decir más alto, pero no más claro!”. Pero las palabras del Papa pueden caer en el vacío si los que las escuchamos no nos implicamos en su mensaje.
En este tiempo de primavera, cuando la naturaleza despierta del letargo invernal, no estaría mal que nos sacudiéramos muchas actitudes y rutinas sociales y reviviéramos a la esperanza, a la ilusión y a trabajar por un mundo más justo y humano. No nos dejemos robar la esperanza.
Para ello tenemos que convertirnos al amor y a la justicia. Luchando por crear puestos de trabajo con salarios justos y en condiciones decentes para mantenerse uno y su familias.
En este año de elecciones tenemos que ser más reivindicativos y enseñar los dientes a los gobernantes y a los candidatos a gobernarnos. No podemos dejarlos solos; porque ellos también están bajo “la economía especulativa” y muchas veces son títeres de ella porque lo son de las grandes empresas multinacionales o de los empresarios cuya meta es el lucro y dominar el capital para exprimir al mundo entero. Ellos no dan la cara, pero no dejan de ser como las mafias condenadas por el Papa. Se creen legales porque la ley les ampara. Esa ley la establecen sus políticos títeres; pero es una ley injusta. A ellos también el Papa les ha dicho. “Convertíos al amor y a la justicia”.
“No os dejéis robar la esperanza”.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada