Pàgines

dimarts, 30 d’agost del 2016

LA CASTA CATALANA...






La casta catalana i la independència

Foro Puente Aéreo

La casta catalana ha de posar-se a treballar per tots els catalans
La casta catalana, és a dir, tots aquells directius i propietaris d’empreses que pertanyen a societats vinculades a l’estat com a concessionari o regulador (sector financer, elèctric, i de concessions d’aigües, autopistes, cadenes de TV i ràdio, construcció pública...) han de tenir com a objectiu vital el benestar de tota la societat catalana.
Dit d’un altre manera i apel·lant a les definicions acadèmiques de règims polítics: les aristocràcies del pobles, és a dir les minories dels millors governants, han d’actuar pel bé de tots. Sinó, si actuen només en el seu propi benefici, sense prendre cura de la resta dels ciutadans que no tenim accés a la gestió pública com a modus vivendi, ens sentirem desemparats i injustament tractats. Les aristocràcies que actuen així esdevenen perversos oligopolis i acaben malament perquè la resta no acceptarem indefinidament que ells es beneficiïn de la cosa pública indecorosament i ho facin a esquenes de tots. La desigualtat entre rics i pobres basada en l’herència o la iniciativa privada s’ha de corregir mitjançant els impostos de renda, societats i successions, la finalitat redistributiva dels quals intenta evitar les grans desigualtats i deixar viu l’esperit emprenedor o la protecció dels successors. Les diferencies basades en el treball i la iniciativa existiran, per sort, inevitablement i han de ser acompanyades per una autèntica igualtat d’oportunitats. No és tan clar, però, que el sentit comú i la majoria de la gent accepti que el sector públic beneficiï escandalosament a una classe de directius i empresaris que viuen de gestionar amb sous milionaris el que és de tots. Especialment quan comencen a veure’s clarament desigualtats fruit de la desproporció entre la nomenclatura dirigent i la gent que paga més del què li permet viure dignament.
Hi ha un segon factor gravíssim. Quan el paper dels oligopolis esdevé majoritari en l’economia, es produeix una desincentivació absoluta de la iniciativa privada que empobreix els recursos econòmics i acaba tancant fàbriques comerços i altres empreses no públiques per manca de consum privat. El sector privat és qui tira del carro de l’economia amb una inversió i un consum que no venen ni dirigits ni imposats per el sector públic. Una economia on només hi haguessin La Caixa, Endesa, ATLL i les grans constructores no podria sobreviure sense una massa ingent de turistes que ens fessin entrar els diners que la nostre pròpia activitat no generaria i sense una brutal capacitat exportadora. Us sona aquesta música?
Em permeto fer aquestes reflexions als estimats membres de la casta, els salaris dels quals mai podré igualar com a empresari industrial exportador, ni les obsessions dels quals per controlar el mercat a cop de influència o decret no podré mai compartir. Ho faig amb l’absoluta certesa que només la gestió dels nostres propis recursos, és a dir que només amb la independència política tindrem vida econòmica i social resolta a mig termini. I també amb l’absoluta certesa que han de moderar els seus salaris, els seus beneficis i les seves exigències particulars i col·lectives com a lobbys de poder. La casta catalana ha de posar-se a treballar per tots els catalans. Jo ho dic amb sorna però de bon rollo i, ull, que la CUP ho dirà d’una altra manera. I això , castes de tot el món, no ha fet més que començar. Es diguin CUP, Le Pen, Trump o Stalin. Ull, que això és més vell que l’anar a peu. I les revolucions tots sabem com comencen i, malauradament, no sabem mai com s’acaben. Per això , casta catalana, feu un pensament . Encara hi sou a temps.

dijous, 18 d’agost del 2016

CARTA A MESSI...



Carta a Lionel Messi
José Ignacio González Faus


No puedo comenzar sin una felicitación efusiva por tu calidad balompédica. Quizá seas el mejor futbolista del mundo. Y quien te escribe ha sido un admirador del fútbol por su mezcla de habilidad, inteligencia, velocidad, decisión rápida, compañerismo…
Pero lo decisivo en nuestras vidas humanas no es ser bueno o admirable “en algo”, sino serlo en nuestra condición de personas: un buen futbolista, buen escultor, buen actor…, si no son además buenas personas, estarán siempre por debajo de cualquier hombre verdaderamente bondadoso que no destaque en nada: pues vale mucho más lo que tenemos dentro del corazón que lo que tenemos en la punta de los pies.
Esto lo olvida nuestra cultura y, por eso, quiero comenzar por ahí: no voy a hablar de tu calidad futbolística sino de la calidad humana de muchos de vosotros, figuras a las que nuestra sociedad convierte en ídolos y modelos.
Con esto no quiero decir que no tú seas buena persona; al revés: si te escribo es porque lo pareces. Pero eso exige que te sientas obligado a mirar en qué contexto vives. España es uno de los países con más injusticia social de la UE, y el segundo tras Rumanía en diferencias entre ricos y pobres. Y bien: tú ganas demasiado. Escandalosamente demasiado. Sólo eso ya es inmoral en sí mismo; y no te lo podemos perdonar, como el que paga lo que sea con tal de tener su droga: porque entonces tu ser “buen futbolista” estaría contribuyendo a que todos fuésemos “malas personas”.
Vives en un sistema corrupto y podrido donde impera el dinero, y donde el deporte es un sostén de esa tiranía: evasiones de impuestos, recalificaciones de terrenos en torno a los campos de fútbol, intermediarios que fuerzan a subir contratos, quitar a los clubs sencillos cualquier jugador que despunta, aunque sea sólo para pudrirlo luego en el banquillo… Vosotros no podéis creeros ajenos a eso, por bello que sea el fútbol: porque equivaldrá a ser cómplices de toda esa podredumbre.
Hace poco me enternecí viendo la foto de un niño de Bangladesh, sonriente y feliz porque llevaba una camiseta tuya. Pero la sonrisa de aquel niño no llegará mucho más allá de la foto. Antes que una camiseta tuya, ese niño necesita alimentarse bien, buena educación, un mínimo de seguridad sanitaria y no tener que trabajar como esclavo: porque, desgraciadamente, en esta tierra cruel hay otra vida más allá de las fotos. Y además, medio mundo adulto se está quedando tan infantil como aquel renacuajo de la foto de Bangladesh y sonríe feliz no ya por tu camiseta sino por tus goles.
Comprenderás ahora que no me estoy dirigiendo sólo a ti, sino a todas las estrellas del fútbol representadas en ti: por bien que juguéis, no podéis vivir al margen de cómo va este mundo espantoso, no podéis convertiros en la droga o la “pastilla azul” que tomaban los ciudadanos en la película “Matrix”, para ver el mundo distinto de como es en realidad, dejando de percibir las injusticias, las crueldades y lágrimas que pueblan esta tierra nuestra.
Cuando después de cada gol te santiguas, yo me pregunto si ese santiguarse no resulta más blasfemo que aquel estúpido Padrenuestro de la señora Dolors Miquel: porque lo que tú haces tras cada gol es la señal de un Crucificado que recapitula todos los crucificados de la tierra. Y no parece que tu gesto vaya a servir mucho a esos crucificados.
Oí decir que tu compañero Suárez proviene de una de las villas-miseria de Montevideo. Y me pregunto qué pasaría si su asombrosa sensibilidad para el gol, fuese también una sensibilidad igual hacia los que debieron ser sus compañeros de infancia en uno de esos miserables “asentamientos” de la capital uruguaya.
Me preguntarás quizá qué tienes que hacer; y te vas a sorprender si te digo que no lo sé. Sólo quisiera que te convenzas de la verdad de lo que te he dicho: pues si todos vosotros estuvierais convencidos de ello, a la larga encontraríais caminos entre todos.
Hace poco cuajó en Brasil un movimiento religioso entre futbolistas, que se proponían no ser nunca violentos, no insultar, no responder nunca a agresión con agresión. Creo recordar que Donato era uno de ellos y se le notaba. Y se agradecía. Aunque me temo que fue sólo una ola fugaz y no acabó de redimir al fútbol de la violencia física, lo cito como ejemplo de que si todas las estrellas del fútbol (futbolistas y entrenadores) os unierais en este punto, ya surgirían cosas que hacer en respuesta a tu pregunta.
Si no, déjame decirte que todos vosotros contribuís a fortificar esa imagen de nuestra humanidad que diseñó hace tiempo Imanol Zubero: nos vamos pareciendo a aquellas gentes que bailaban despreocupadas y tranquilas sobre la cubierta del Titanic. Supongo que ya sabes cómo terminó la historia...
PD. Escribí esta carta antes de tu juicio y la envié a la prensa donde suelo publicar; pero me han dicho que en estos dos meses no me publicarán nada porque quieren recortar páginas. Pero una prueba de lo que te digo en la carta puede ser tu respuesta en el juicio: “yo sólo me dedicaba a jugar al futbol, sin saber lo que firmaba”.
No, querido Lionel: ésa podrá ser respuesta de un futbolista, pero no lo es de una persona de talla. Y me niego por eso a decir “todos somos Messi”, sin entender cómo el Barça ha podido montar una campaña así. Porque equivale a decir: “todos somos irresponsables”.
Déjame decirte incluso que no me habría molestado si te hubiese caído una temporadita breve de cárcel: pongamos dos meses. Porque allí habrías tenido unas experiencias que te habrían exigido y enriquecido más que diez entrenamientos con Luis Enrique. Y además, habrías podido leer estas palabras de Eduardo Galeano, otro forofo del fútbol, en un libro de hace unos veinte años, titulado: El fútbol a sol y sombra:
A medida que el deporte se ha hecho industria, ha ido desterrando la belleza que nace de la alegría de jugar porque sí. En este mundo de fin de siglo, el fútbol profesional condena lo que es inútil. Y es inútil lo que no es rentable.

dilluns, 8 d’agost del 2016

INDEPENDENTISME....????



Un enemic del poble
Ens volen estandaritzats i diluïts

La Coronela a l'Ajuntament de Barcelona 
 
Ara l'independentisme, amb el president Puigdemont al front, ha marcat paquet davant el darrer intent de desnaturalització intencionada que el govern de l'Ada Colau vol portar a terme.
Aquesta és una lluita que ve de lluny, és la vella confrontació per l'hegemonia cultural i per la memòria històrica entre la progressia anacional i la cultureta nacionalista. Dues cares de la mateixa moneda.
Uns, els primers, representen el ressentiment contra tot el que Jordi Pujol fou, amb els seus anys de poder amb tocs caciquistes a la Generalitat. Aquest és bàsicament el seu principal -i pobre- argument, confondre un govern amb tot un país. Relacionar tota Catalunya amb una idea de país que a ells, sigui dit de passada, els cansa i els avorreix profundament. El típic error de rabieta infantil. Però, també, no es pot oblidar que aquesta vella esquerra sucursalista és el resultat d'un fil roig que comença amb Lerroux, segueix amb Solé Tura, Maragall i acaba ara amb la Colau. Fills de l'estatisme jacobí francès, que amb l'excusa dels seus ideals i valors progressistes, poden acabar trepitjant en nom del bé comú primer els drets individuals i després els drets històrics i la personalitat dels territoris nacionals. Relacionen modernitat amb centralisme, multiculturalisme amb estandarització, quan ha quedat demostrat en moltes ocasions que la veritable originalitat rau en l'origen. Ho han intentat sempre, el seu objectiu és diluir la memòria històrica dels catalans sota una capa de progressisme i drets socials de façana. Primer van atacar la cultura catalana dient que era una cultura classista i de la burgesia, després van continuar en voler fer de Barcelona una capital desnaturalitzada i d'esquenes al país, la capital del Mediterrani abans que de Catalunya. Ara volen reconsiderar el Born imposant un relat que no hauria de contraposar-s'hi mai. Franco i Felip V volien anorrear i fer desaparèixer el país, però per a ells el que representa el Born només són vel·leïtats nacionalistes de província. Per això cal buidar-lo de contingut i contraposar-ho amb altres consideracions històriques que mai s'haurien de confrontar.
Els altres, els segons, els de la cultureta nacionalista, han creat una cultura amb excessos de petitesa, magnificant certs episodis de la història a vegades explicats de forma confusa per tapar les vergonyes nacionals pròpies. Però hi ha una diferència entre uns i altres: uns ho fan des del ressentiment i els altres des de la defensa d'un país que sempre ha estat menyspreat i maltractat. Uns s'alineen indirectament amb el botxí, els altres no tenen més remei de defensar el que queda de país. Uns són el cosmopolitisme fals, els altres el folklorisme ranci. Federalistes vs autonomistes. Doncs ja n'hi ha prou!

Des del 2003 quan l'independentisme va començar a irrompre de manera seriosa a la política catalana, amb l'entrada d'ERC al govern dela Generalitat, aquestes dues visions de país cada vegada han anat perdent pes, i una nova idea sense motxilles al darrere ha anat guanyant terreny. L'independentisme republicà ha aportat modernitat al vell nacionalisme caspós, i ha desmuntat les mentides dels cosmopolites capciosos i pedants. (Gràcies Josep Termes, mai no t'ho agrairem prou!). L'independentisme ha redescobert el patriotisme social, i ha aportat noves dades a l'historicisme romàntic fent-li fins i tot alguna esmena, per posar en evidència el propi nacionalisme català que massa sovint ha traficat amb el país per salvaguardar el seu propi estatus social i econòmic.

Ara
l'independentisme, ja desacomplexat i amb el president Puigdemont al front, ha marcat paquet davant el darrer intent de desnaturalització intencionada que el govern de l'Ada Colau vol portar a terme. El Born i la Coronela, com la lluita antifranquista, han estat les excuses per incitar debats estiuencs i tapar algunes vergonyes clamoroses que comença a tenir l'ajuntament barceloní. Però també són un intent per canviar el relat històric i fer-se'l a mida. Aquest cop, però, s'ha trobat amb la resposta ràpida i contundent d'un president independentista i dels seus més estrets col·laboradors.